1.11.08

en tus labios...

Desperté con el susurro de sus labios, con su voz candida y su aliento revitalizante en mi cuello, hablaba dormida mientras su cuerpo desnudo reposaba sobre el mío. Entonces me di cuenta de que lo vivido era la realidad que, ella estaba ahí, en este espacio y tiempo.
Que era más que un sueño tejido en mi sien. La abrace con fuerza como nunca antes queriendo retenerla, detener el tiempo y fundirnos en un alma, quería besar sus labios, sentir una y otra vez el suave roce de sus labios, sentirla amarrándome con sus manos para sentirme seguro.
Locura y pasión vertida en un momento, en una mirada, en el calido deslizar de su cuerpo sobre el mío.
Pasión y ternura en el camino de su lengua, por mis labios, por mi cuello, por mi pecho y asi hasta sentirme completo envuelto en el frenesi de su compas.
En su amor de un segundo y yo perderme en la dulce amargura del placer.
Recordaba sus manos en mi cintura y mis cavidades perdidas en las de ella, perdidos en la locura, en este desenfreno de segundo llenando el vacío con el desliz de mi lengua, solo viviendo.
¿Era su cuerpo o era ella la fuente de mi pasión?
Eso no importaba en ese momento, en ese segundo,en la calibración de nuestras almas, en el acople de nuestros cuerpos en constante adaptacion.
Eso y más anhele vivir otra ves mientras acariciaba la perfección de su rostro, y de repente un tacto malhechor le despertó
sus ojos llenos de pasión me miraron otra vez y mi pecho exploto en alaridos. Me beso y me perdí nuevamente, por mucho tiempo, por muchas decadas. me perdi en el espacio en el sin fin de el todo, fui una gota de lluvia muriendo en el suelo, fui el sonido de el viento en la montaña, y la caida de el agua en una cascada, fui el mundo, sin tiempo, fui inmenso i micero y, volvi hasta tu cuerpo siendo hombre nuevo y vida nueva.

(Zeath, 2009)